Escuchar activamente a los niños es crucial para una crianza respetuosa. Esto implica prestar total atención a lo que dicen, mostrar interés genuino, hacer preguntas abiertas para comprender sus pensamientos y sentimientos y reflexionar sobre lo que dicen para demostrar comprensión. Además, es importante evitar interrumpirles y juzgar sus emociones. Esto les enseña a sentirse valorados y comprendidos, fortaleciendo así la relación entre padres e hijos.
Validar los sentimientos de los niños es un aspecto esencial de una crianza respetuosa. Implica reconocer y aceptar sus emociones sin juzgarlas, incluso si no necesariamente estamos de acuerdo con ellas. Esto se puede hacer expresando empatía, usando frases como "Entiendo que te sientas frustrado" o "Está bien sentirte triste por eso". Validar sus sentimientos ayuda a los niños a sentirse escuchados y comprendidos, fomentando la confianza y la conexión emocional entre padres e hijos.